Ok, si, lo reconozco, ni lemon grass, ni lima kaffir, ni pasta de curry, pero igual quedó rico.
Quise compartir con ustedes como preparamos en casa un rico pollo al curry y coco, al estilo thai chilensis. A veces nos frenamos para preparar cosas nuevas porque pensamos que como no tenemos los ingredientes auténticos no va a salir. Bueno, pues sale y sale rico, y todo el mundo va a quedar feliz, a menos que tengan un invitado tailandés a cenar, claro. Ah, además le puse el ingrediente que no falla....harto cariño!, Ay que cliché sonó eso jajajaja.
Ingredientes
Para marinar el pollo:
1 pechuga de pollo
1 cucharada de aceite
1 cucharada de chuño
1 cucharada de cúrcuma en polvo (curry)
1 cucharada de agua
Sal y pimienta blanca
Para el guiso:
1 tarro de leche de coco
1 taza de caldo de pollo
1 cebollín
1 dedo de jengibre (ver nota al final)
Cáscara de limón
8 Papas semillón
8 tomates cherry enteros
4 Hojas de albahaca enteras
Sal y pimienta
Deshuesar la pechuga y preparar un caldo de pollo simple, yo le puse 1 zanahoria, 1 cebollín, 1 dedo de jengibre entero pelado, 1 rama de perejil. Reservar.
Cortar el pollo en cuadritos, sazonar con sal, pimienta blanca, la cucharada de chuño, la cucharada de aceite, la cucharada de cúrcuma y una cucharada de agua. Dejar marinar 1 hora.
Pelar las papas y cocer en agua caliente sin sal por 10 minutos, no deben quedar 100% cocidas.
En un wok poner aceite y calentar hasta justo antes de humear, agregar el pollo y saltear sólo hasta sellar. Sacar y reservar.
En el mismo wok sin lavarlo, poner el caldo y la leche de coco, llevar a ebullición y agregar las papas cortadas a la mitad, los tomates enteros, el pollo, las hojas de albahaca, el jengibre y la cáscara de limón. Dejar cocinar 20 minutos más a olla destapada para que se concentren los sabores. Al terminar corregir sazón y en caso de no espesar lo suficiente, disolver una cucharadita de chuño en agua fría y agregarla al guiso y cocinar 5 minutos más. Retirar la cáscara de limón y el jengibre.
Servir acompañado de arroz blanco.
Nota: Un dedo de jengibre es un pedacito del tamaño del pulgar, pelado. Al finalizar la cocción se debe retirar.
Comentarios
Publicar un comentario