Cuando comencé con mi tienda de decoración Awayudeco, decidí que tendría productos auténticos y no replicados, así que con mi gran amiga Carola Cádiz partimos a La Paz, Bolivia. Como Carola ya había ido varias veces fue la mejor guía y compañera, con todos sus sabios consejos como el manejo de la puna masticando hojas de coca (ibamos a la ciudad más alta del mundo), como movilizarse en la ciudad y donde comprar auténticos Awayus. En pocos días me empapé de La Paz, con el caos de su ciudad y su tránsito de locos.
La olla, como le dicen a esta ciudad ofrece muchos atractivos, como la Feria del Alto, la más extensa del mundo , 10 km me dijeron, pero no lo pudimos comprobar, la altura nos dejó conocer 1 km a lo más (ojo con los robos!!! la feria es peligrosa como cualquier otra feria callejera en el mundo). El teleférico que atraviesa la ciudad desde lo alto hasta el centro es espectacular. El Museo de Arte Contemporáneo instalado en un edificio de arquitectura fascinante. Los carritos callejeros, donde Carola me observaba con horror, devorar todo tipo de exquisiteces (según yo). La calle Sagarnaga en medio del mercado de Las Brujas con sus calles atiborradas de tiendas.
Punto a parte las iglesias de La Paz, ay que bellas iglesias...me enamoré de la iglesia de San Francisco, con su capillita escondida en un costado, donde sobre una gran mesa de piedra los fieles encienden velas para elevar sus peticiones, fue sobrecogedor estar en penumbras alumbrados sólo por las velas entre los creyentes murmurando sus oraciones. Me comían las manos por grabar o por lo menos sacar una fotografía, pero por respeto no pude. (y por el guardia que me miraba fijamente jajaja)
En fin, La Paz me dejó una sensación de mareo, no por la altura sino por lo intenso, y un sincero respeto por el orgullo que sienten sus habitantes hacia sus orígenes, lo que se evidencia en la forma en que mantienen sus costumbres y como las transmiten a las siguientes generaciones, y no forzado sino en forma natural, por que se da no mas. Bueno, lo único que no me gustó es que también transmiten la animosidad hacia los chilenos...ojalá eso tenga fin algún día, porque es un país vecino con el que debiéramos conocernos más y enriquecernos mutuamente, bueno...algún día.
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Subiendo al teleférico |
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Mira Carola, yumi yumi!!! |
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Su Chairo Paceño y su Choclo con queso |
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Felices porque nos bajamos vivas de la micro! |
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El terror del Seremi: venta de pescados en la feria del Alto |
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Carola, super guía! |
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Comprando pan de choclo |
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Linda |
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Mi vecina de teleférico, que se reía todo el rato de puro nervio. Obvio nos reímos juntas todo el viaje |
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Ooooaaaahhh |
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Linda iglesia |
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La calle |
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Iglesia de San Francisco |
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