Me encanta este plato, y es la única forma de lograr que en mi casa coman berenjenas, cosa que no entiendo porque son tan ricaaaas!. Gracias a mis amigos de la Granja Orgánica de Talagante tenemos a diario unas berenjenas tan tiernas que ni siquiera necesitan desaguarse con sal porque no tienen nada de amargo, son un manjar y un privilegio.
Ingredientes
6-8 berenjenas
pan rallado
aceite de oliva
1 lt salsa de tomates
1/4 kg queso de cabra
1/2 lt salsa blanca
Hojas de albahaca
1 sobre de queso parmesano
Sal y pimienta
Lavar y cortar las berenjas en delgadas tajadas a lo largo y con piel, poner sal y dejar estilar en un colador con algo pesado encima por media hora, lavar y secar. (ya saben, si consiguen berenjenas orgánicas se pueden saltar este paso, a menos que ya estén viejas, en ese caso igual hay que hacerlo). También pueden pelar las berenjenas si hay mañosos en casa, pero a mi juicio no quedan tan ricas.
Pasarlas por pan rallado y freír en tandas en aceite de oliva, rápido, vuelta y vuelta, porque absorben harto aceite . Este paso se lo pueden saltar si quieren que la receta sea más liviana, pero deberán hornear por 10 minutos más por lo menos.
En una fuente poner una capa de salsa de tomates, luego una de berenjenas, hojas de albahaca y queso de cabra. Repetir una vez más y terminar con la salsa blanca y el queso parmesano.
Llevar a horno precalentado a 200° por 35-40 minutos. Recuerden, si no las frieron denle 10 minutos más. Dejar reposar antes de servir para que se asienten las salsas y el queso y no se les desarme la lasagna al servirla. Queda muy rica recalentada.
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